UN MENSAJE DE MAC PIER
COVID-19, 9/11 Y SAN PATRICIO
REFLEXIÓN FUNDADORA
Introducción
He estado reflexionando sobre las similitudes entre el impacto del virus COVID-19 y los días posteriores al 11 de septiembre. La sensación de estar abrumado e indefenso impregna estos momentos. Cada día que se propaga la pandemia, la acompaña una sensación de pavor.
Fue hace 19 años, en marzo de 2001, cuando viajé a Seattle para conocer a Rich Stearns de World Vision. Poco sabíamos que seis meses después, nuestra nueva asociación sería tan importante para la recuperación del 11 de septiembre para la ciudad de Nueva York. Nuestra pequeña organización de 6 personas trabajó con World Vision para recaudar $ 6 millones para ayudar a las víctimas del 11 de septiembre a través de iglesias locales en la ciudad de Nueva York.
Esa asociación se convirtió en una puerta de entrada a la oportunidad de impactar a 11,000 niños apadrinados y 600,000 personas durante la próxima década. Creó oportunidades para que las iglesias trabajaran juntas como nunca antes. El pánico del 11 de septiembre dio paso a una mayor conciencia mundial de que 3 millones de personas mueren cada año a causa del VIH / SIDA.
¿Qué puede estar haciendo Dios?
En cierto sentido, hay un completo misterio. Hay tanta imprevisibilidad en todo esto. Sin embargo, una perspectiva de 25 años nos enseña que Dios ha usado momentos de gran crisis para remodelar e impulsar nuestro impacto.
En 1995, nuestra pequeña organización Concerts of Prayer International fue devastada por el colapso de la Fundación New Era. Vimos la pérdida de $ 90,000 en fondos anticipados. Este fue un número enorme para nuestra organización hace 25 años.
Durante los dos años siguientes se hizo cada vez más evidente que COPI no podía continuar con su estructura actual. Después de una enorme lucha decidimos crear Conciertos de Gran Oración en Nueva York el 1 de enero de 1998 con una junta de pastores local. Esa decisión nos permitió aumentar el número de iglesias participantes en 700 en unos pocos años.
Cuando ocurrieron los eventos del 11 de septiembre, World Vision se acercó a nosotros para asociarnos con ellos en el alivio del sufrimiento de la ciudad de Nueva York. Nuestra junta decidió dar el paso como una “organización de oración” que nos permitió expandir nuestro personal de 6 a 11. Esa transición abrió la puerta a muchas asociaciones estratégicas que han estado con nosotros durante más de una década. Nos dimos cuenta de que nuestro "hedge-hog" iba a convocar a una escala masiva. Este poder de convocatoria es muy atractivo para los socios. La capacidad de trabajar con socios y capacitar líderes abrió la puerta para la creación del Centro de Liderazgo de NYC.
El 18 de septiembre de 2008 lanzamos NYCLC. Ese mismo día el mercado se desplomó. No estábamos seguros de sobrevivir el resto del año. El personal fue muy sacrificado en su disposición a optar por un modelo de empleo del 80% para aliviar los gastos. Nadie abandonó el equipo.
Ese período de vulnerabilidad hizo que nuestra relación con el Redentor se profundizara. En ese clima de interdependencia, encargamos la investigación de Tony Carnes de 2009. La investigación indicó que el cristianismo evangélico había crecido un 300% entre 1989 y 2009. Esa investigación creó el deseo de lanzar el Día del Movimiento en 2010. Un mes después del Día del Movimiento conocí a Bob Doll en Ciudad del Cabo. Cuatro meses después, los Dolls se convirtieron en inversores principales del Proyecto NYC Movement. El NYCMP incubó 60 iglesias nuevas, capacitó a 26,000 líderes y plantó Expresiones del Día del Movimiento en 4 ciudades. De 2010 a 2016, nuestro presupuesto anual creció de $ 1 millón a $ 5 millones.
En 2016, Movement Day Global Cities acogió a 3000 líderes de 400 ciudades y 95 naciones. Nos ha impulsado a involucrar a 250 ciudades en 6 continentes. Dios en Su Providencia usó la crisis financiera de 2008 para incubar una nueva dirección para la organización que está impactando al mundo más allá de nuestros sueños más locos.
Ahora el Coronavirus. ¿Qué está haciendo Dios? Es demasiado pronto para saberlo. Creo que, dado el énfasis que tenemos, para catalizar a los líderes para que cambien sus ciudades, Dios reorganizará el mobiliario global de maneras que no podríamos haber anticipado para ayudarnos a lograr esa visión de manera más rápida y completa.
Nuestro público principal de líderes, millennials y ciudades parece prepararnos para hacer una diferencia extraordinaria. Al observar las próximas semanas, creo que veremos nuevas oportunidades con socios, partes interesadas y líderes en los seis continentes.
San Patricio
Acabo de terminar de leer el libro de Thomas Cahill How The Irish Saved Civilization. Patrick vivió en el siglo V justo cuando los bárbaros estaban destruyendo Roma. Su vida coincidió con la de Agustín, el gran padre de la Iglesia de África del Norte que escribió Ciudad de Dios. Agustín escribió mientras Roma ardía: “La ciudad de Roma no es la ciudad de Dios. La ciudad de Dios es invisible e indestructible”.
Cahill describió a Patrick como el primer gran misionero después de Paul en el siglo primero. Bajo su liderazgo, los monjes de Patrick evangelizaron Irlanda, difundieron el cristianismo por Europa, acabaron con el sacrificio de niños y preservaron la gran literatura de su tiempo copiando importantes manuscritos.
Patrick había sido un esclavo británico que decidió regresar a Irlanda como misionero. La vida de Patrick nos enseña que Dios puede usar a hombres y mujeres ordinarios y valientes para afectar la trayectoria de la historia mundial. Patrick entró en la brecha de liderazgo de la Irlanda pagana para cambiar la historia.
Los misiólogos nos enseñan que Dios ha usado un líder cada 400 años desde la época de Abraham hasta el siglo actual para moldear la actividad de Dios en el mundo. No creo que sea accidental que los eventos del 11 de septiembre y ahora el Coronavirus hayan sucedido a principios de nuestro siglo y esta nueva época de 400 años. Que Dios de alguna manera nos use a nosotros y a nuestro movimiento para impactar al mundo.
También he estado reflexionando sobre el tema de las Escrituras de la relación entre el valor y la alegría. Líderes como Patricio trajeron gran gozo a los seguidores de Jesús del siglo quinto. Nuestros esfuerzos hoy arraigados en el coraje brindan gran alegría a los líderes y las iglesias de todo el mundo. Nuestro trabajo es una gran señal de esperanza para otros líderes en lugares muy difíciles alrededor del mundo.